2/7/02

Estas Fiestas, Ya no son las mismas


Cuando llegué en septiembre del 75 a Navarra, en concreto a Iruña, para quedarme a vivir, mis recuerdos se fueron a mi adolescencia, a una noche y parte de un día del año 71 en el que tuve la suerte y el privilegio de que mis hermanos mayores me trajeran a pasar un día entero con ellos a las fiestas de San Fermín.
Cuando mis padres se entraron, casi les da él sincope. Su hija de 14 años, toda la noche por el mundo, en Pamplona, lejos de mi pueblo. Como decía, privilegios de ser la peque en una familia de todo chicos, los cuales se llevaron la bronca, aunque salieron airosos: Que le va a pasar viniendo con nosotros?. Sí mis padres hubieran visto las escenas de los cinco en Iruña. Lo pasamos Bomba! Pero los padres, ya se sabe, siempre preocupándose. A veces son un poco brasas.
Eso sí, dormimos tirados en un jardín, antes de emprender el viaje de vuelta a Binefar. Recuerdo el impacto de la noche: gente y gente, charangas, bailes, blanco y rojo, miles de blusas diferentes, las peñas, espacios en la calle para comer, el encierro, los japoneses llenos de cámaras, la gente durmiendo en los jardines, el asfalto y junto a algún cubo de basura. El olor a alcohol concentrado y meado.
La plaza del castillo..Pocas mujeres y mucho menos de mi edad. Los ojos me hacían chiriviítas. Cuando la vida me volvió a traer a Pamplona, todos los recuerdos se iban agolpando.
A partir del 76, comencé a vivir estas fiestas sin igual. Recuerdo la primera barraca, en el 77, cuando por fin, pudimos salir a la luz todas las personas y grupos que habíamos tenido que vivir la clandestinidad e ilegalización, por ser antifranquistas activas. Que ambientazo!. Seguramente esa percepción, no es ajena a la edad. Yo tenía 20 años, ni al contexto político.
Salíamos de una dictadura, con las cuestiones democráticas elementales sin resolver, con muchas ganas de mostrarnos tal cual éramos y de encontrarnos fuera de las reuniones con todas esas personas con las que compartíamos ideales hacia un mundo diferente, sin Franco.
En el 78, la alegría se nos borró de la cara. German un compañero de militancias, fue asesinado por la policía. Aquella noche, Pamplona se convirtió en un escenario de guerra. Ese año, los San Fermines Chiquitos se convirtieron en algo realmente sin igual.
Después, del 79 en adelante, con sus más y sus menos, la foto de los San Fermines ha ido variando sobre la base de los cambios que se han ido produciendo en la sociedad: Participación de las mujeres en todos los espacios. Servicios específicos para atender todas aquellas necesidades que no desaparecen en la Fiesta o que incluso aumentan: Alcoholemia, consumo de otras drogas, garantias de seguridad diversas, autobuses nocturnos, atención de urgencia para malos tratos.
Escenarios diferentes para gustos diversos de música y espectáculos. Atención a la demanda de actividades en Euskara. Centros multimedia y páginas Web.Timoratos Servicios de ludo guardería...Estos cambios, han sido recogidos con más o menos empeño por los mandamases del Ayuntamiento, en función de sus ideas sobre la fiesta, por que en esto, como en todo, también se pretende que exista un criterio único y una sola manera de divertirse.
No son tan lejanas las excavadoras de Jaime o el rebote y posterior multa de Cervera, con el tema de la píldora postcoital, así como los oídos sordos a que ese instalen Narco salas. La foto en los últimos años ha cambiado mucho, pero aún debe de mejorar desde muchos aspectos, uno de ellos, en el que viene insistiendo ANDREA, respecto a que existan una fiestas igualitarias en las que se pueda compartir por igual la fiesta y el delantal.
Y es que en las fiestas, también se da un pulso en como concebirlas y organizarlas: Abiertas, plurales, alegres, bulliciosas, de calle, libres. Igualitarias en todos los sentidos. O, cerradas, excluyentes, tristes, en lugares privados, cercenadas a unos horarios y para un tipo de gente, hipócritas respecto al desmadre y poco igualitarias.
Vamos que las personas de esta ultima idea, serian aquellas que estarían encantadas con la campaña de BusH, por cierto de miles de millones, para convencer a la juventud americana en la abstinencia sexual hasta el matrimonio.
Y de esta última idea sobre las fiestas, respira Yolanda Barcina y demás concejales de su equipo y allegados, que no solo se ha cargado la plaza del castillo y las ruinas romanas. También la tradición del chupinazo, ya que antes ya habían quitado el Riau Riau, teniendo la osadía de ir más adelante que Jaime, quitando el espacio tradicional delas Barracas o Txoznas.
Espacio necesario en las fiestas de San Fermín. Así, que luego no vengan quejándose por las consecuencias de haber dejado sin espacio festivo a un sector importante de Iruña y de las personas que nos visitan. Y para postre, si ocurre algo pretenderán que lo pague batasuna o la Herriko Taberna más cercana
Por esto, ya no son las mismas: Sin Plaza del Casillo, con Chupinazo usurpado, sin Barracas, ni el tenderete del Nafarroa Oinez, junto al Niza.
Ante tan tremendo aburrimiento, creo que lo único interesante y novedoso, además de las campañas que realiza ANDREA es el encierro del día 5, desnudos a protestar contra la tortura animal. Creo que podríamos apuntarnos en la protesta contra la tortura, por tres razones: Una, por ser justo lo que se reivindica de que no seamos cafres con los animales. Otra, porque en Iruña tenemos en estos momentos muchos motivos para protestar contra la tortura de forma generalizada, incluyendo la de tener que aguantar un año más a esta Alcaldesa con su equipo y tercera, por lo de lanzarnos a las calles denud@s. Le va a dar un yuyu a más de un@. Protestones y encima desnudos!. Donde vamos a parar. Desde luego no a sus filas.
Bueno, pues a pesar de todo ese malestar existente y de ese ambiente tan extraño en el que todos los grupos políticos hacen examen de conciencia para decirnos lo bien que lo han hecho todo el año y ponerse medallas sin rubor, yo, quiero desearos unas Felices Fiestas, libres e igualitarias.
Que no nos las quiten. Que no se apropien de ellas. Y no me gustaría que las disfruten con la conciencia tranquila, las personas responsables de que sigan produciéndose asesinatos como el de Alicia, por no existir una ley integral contra la violencia sexista y que han condenado a seguir en la miseria al colectivo de viudas o a depender de la caridad. Lo siento, pero no se merecen las felicidades. Sí, el Tribunal superior de Justicia dando un respiro de aliento al maltrechado euskara en nuestra comunidad.
Denontzat jaionetan Zorionak.