16/1/07

Palabras de conciliación, ante la asamblea del club Larraina


Ante la asamblea general del Club Larraina, Andrea quiere mostrar su apoyo a aquellas personas que cuestionan dentro del club las ideas misóginas de que las mujeres no deben de participar, rechazando además una paternidad responsable, ya que tampoco consienten la entrada a criaturas menores además de la falta de reconocimiento a la labor del equipo de Waterpolo.
Estas ideas han seguido defendiéndose desde diferentes puntos de vista: Jugadores, entrenadores, socios-padres de criaturas menores, mujeres…Todas las voces al unísono, dicen lo mismo: ¿Que pretende Larraina? Ser un club tipo Ingles de Señores selectos, para sus vicios y aventuras, a costa de no apoyar el deporte, ni asumir la realidad social en la que están inmersos sus propios socios? Esta realidad está compuesta por hombres y mujeres y por niños y niñas y un club no puede ser ajeno a ellas
Como ya dijimos en su momento, Larraina debe cambiar y debe hacerlo por muchas razones: para defender el deporte, adaptando sus instalaciones a las nuevas realidades, en las que una vez más, hay mujeres y peques. Para atender su propia demanda interna. Ya no todos los socios, afortunadamente, quieren un lugar solo para ellos y no están dispuestos a renunciar ni a sus hijos/as, ni a su compañeras.
Y sobre todo para ajustarse a toda la normativa sobre la igualdad entre las personas. En estos momentos Larraina está vulnerando el artículo 2º de la declaración de los derechos humanos, el artic. 14 De la Constitución, algunos de la LORAFNA, el Plan de igualdad del Ayuntamiento de Iruña y del Gobierno de Navarra, la ley Estatal de igualdad y toda la normativa europea. Pero sobre todo está incumpliendo un derecho democrático básico: La existencia de una sociedad en la que todas las personas sean tratadas por igual y puedan acceder a los mismos espacios. Una sociedad en la que los cuidados forman parte del ocio de todas las personas, hombres y mujeres, y en justicia los hombres del Club Larraina deben poder acceder a esas instalaciones con sus hijos e hijas, para hacerse cargo del cuidado de forma corresponsable con las mujeres.
Por esto, la normativa del Club larraina también incumple todas las leyes relativas a la conciliación de la vida laboral, social y familiar.
Y sobre el Waterpolo, no nos queda más que decirles que no pierdan esta oportunidad de oro de apoyar un club estupendo