22/9/10

Custodia compartida: Razones para un debate

Custodia compartida: Razones para un debate
Soy Feminista y soy totalmente partidaria de la custodia compartida. En condiciones adecuadas, por tanto, de igualdad entre hombres y mujeres la custodia compartida es la forma más idónea de relación entre padres e hijos en la medida en que permite un reparto equitativo de los tiempos de convivencia y de las responsabilidades derivadas de la patria potestad. Al hablar de custodia compartida tras la separación o el divorcio, nos referimos a un reparto equitativo de derechos y obligaciones, no un reparto exacto del tiempo. Pero esto, es difícil regularlo por decreto.
Por ello, Me parece loable la preocupación por la custodia responsable. En cualquier caso, el tema de la custodia compartida es un tema complejo y por ello, es importante en su debate, mirar hacia todos los lados pero desde luego, su complejidad y posiciones discrepantes nunca debe ser una razón para evitar debatirlo.
Está claro que en uno de los aspectos de este debate, el de contribuir al cumplimiento de los derechos de la infancia (artículos 8.11 y 8.13 “las y los menores tienen el derecho a gozar de ambos progenitores que tienen una responsabilidad conjunta en cuanto a su desarrollo y educación y a mantener contacto directo y permanente con sus progenitores, teniendo ambos las mismas obligaciones”), estaremos todo el mundo de acuerdo
Pero hay otros, donde las preocupaciones se distancian. Soy de la opinión de que hay que intentar hacer un debate en el que estén presentes las distintas sensibilidades, preocupaciones y criterios y buscar soluciones que realmente nos permitan avanzar hacia la igualdad entre hombres y mujeres, además de respetar los derechos de los y las menores.
Y por ello, para ayudar en ello, quiero recordar algunas cosas:
Hoy por hoy, la inmensa mayoría de las parejas heterosexuales funcionan de manera desigual durante el matrimonio. La diferenciación de roles de género en la pareja tiene efectos devastadores. Muchas mujeres dependen económicamente de sus parejas. En el Estado Español casi cuatro millones más de mujeres que de hombres ‘inactivas’ sin ingresos, casi 200.000 más de paradas sin prestación contributiva, millón y medio más de ocupadas a tiempo parcial… lo que hace una cifra cercana a 6 millones más de mujeres que de hombres sin ingresos suficientes para vivir independientemente.
Y muchos hombres están ausentes de las tareas de cuidado, incluso ahora, estando en paro aunque hay un porcentaje que se está incorporando.
Aun así, la sociedad sigue empujando a las mujeres a la dependencia económica y a los hombres al alejamiento del cuidado.
La existencia de “los mecanismos-trampa” de los que hablan Carmen Castro y María Pazos-economistas-,con los que se encuentra cualquier pareja heterosexual desde el mismo momento en que deciden casarse, por mucho que él y ella piensen que son iguales y que ese acto no influirá en sus vidas materiales: Aún hoy en día, cuando dos personas se casan, el Estado les dice que da igual quién gane el dinero, porque todo será de ambos al 50% (El régimen económico de gananciales se aplica automáticamente por defecto en gran parte del territorio español). Y que si alguien se queda en casa (o en la economía sumergida) tendrán derecho a una desgravación por tributación conjunta.
Y que no se preocupe por las cotizaciones porque para eso está la pensión de viudedad. Lo que nos muestran las estadísticas es que el 90% de las declaraciones conjuntas presentadas tienen a los hombres como primer titular o único perceptor de rentas en la unidad familiar.
Cuando llega la primera criatura, se establecen los roles de género alentados por la Seguridad Social, que en su regulación de derechos de prestaciones concede a los hombres un permiso remunerado por paternidad de solamente 2 semanas, mientras otorga a las mujeres 16 semanas remuneradas de permiso de maternidad y 4 más de lactancia.
La evidencia de los datos estadísticos nos dice que son las mujeres quienes se ausentan del trabajo por períodos más largos ante las necesidades de cuidado familiar; la desigualdad de los permisos por nacimiento y otras facilidades como las excedencias (mayoritariamente no remuneradas y utilizadas en un 92% por mujeres) y las reducciones de jornada, contribuyen a explicar la retirada del puesto de trabajo de muchas mujeres. Los hombres podrían tomarse parte de estas facilidades, pero la mayoría no se las toman porque, lógicamente, no quieren quedarse sin ingresos o arruinar su carrera.
En caso de divorcio, los efectos devastadores de la desigualdad se manifiestan más visiblemente de cara al exterior. Todos los divorcios son traumáticos, pero lo son mucho más cuando ellos han estado al margen del cuidado y ellas han sido económicamente dependientes de ellos. A las peleas usuales en estos casos, se añade el desencuentro entre dos personas que están en universos disjuntos e incompatibles; y cuya frontera es difícil traspasar.
Es difícil reinsertarse en el empleo de calidad a los 41 ó 42 años (41,5 años es la edad media de las mujeres en el momento del divorcio), y más en tiempos de crisis. Tampoco es fácil aprender a conocer y a cuidar a tu hijo o a tu hija cuando tiene 6 años y tú 44 (edades media que según el INE tienen los hombres en su divorcio). Poco se puede hacer a posteriori en estos casos. Nada más que comprender y paliar la situación de las personas implicadas, especialmente las que han quedado en situación más vulnerable: criaturas y algunas mujeres. Mujeres sin ingresos, mujeres acostumbradas a hacer de su hogar el centro de su mundo, mujeres sometidas a malos tratos, etc.
Por otro lado, también es verdad como dice María Sanahuja, magistrada qué “No podemos perder lo avanzado en esta sociedad. ¿Cómo vamos a asumir en solitario la difícil y durísima tarea de cuidar de unos hijos en unas sociedades complejas que exigen unas generaciones con un elevado nivel de formación técnica y personal, al tiempo que trabajamos fuera? Al no darse la custodia compartida es posible que las mujeres se queden sin nada: sin profesión, porque no nos hemos dedicado a ella; sin espacios personales, al no disponer de tiempo, fuente de desequilibrios y frustraciones; sin casa; y sin unos hijos que, además, pueden formular serios reproches culpabilizando a las madres del alejamiento paterno, lo cual es fuente de conflicto y sufrimiento, al haberse quedado huérfanos con padres vivos, con un duelo que no se acaba”.
Realmente, los poderes públicos tiene todavía por delante el establecer las algunas de las condiciones que se han demostrado efectivas para la corresponsabilidad:
Permisos iguales e intransferibles por nacimiento o adopción, para ambos progenitores. De esta manera, la participación en el cuidado y atención infantil podría darse en condiciones de igualdad. La universalización de la educación infantil desde los 0 años. Una reforma de horarios laborales a tiempo completo más cortos, racionales y flexibles.
Además de eliminar todas aquellas cuestiones que siguen desincentivando el empleo femenino.
Los poderes públicos en este debate tienen la responsabilidad de actuar con equidad.
Las parejas que apuestan por la igualdad, intentar hacerlo lo mejor posible. Los hombres valorar y por tanto hacer “cuidados” y las mujeres, seguir soltando las amarras que nos oprimen y nos impiden volar.

18/9/10

ONU Mujeres

Michelle Bachelet, ex--presidenta de Chile y con una gran trayectoria de defensa de los derechos humanos, acaba de ser nombrada Secretaria General Adjunta de la nueva agencia ONU Mujeres, creada para impulsar con mayor eficacia las políticas de igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en el mundo.
La nueva agencia englobará a las que hasta ahora se ocupaban de estos asuntos: DAW, INSTRAW, OSAGI y el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM).
La creación de ONU Mujeres dentro de la reforma de la ONU, como dice Carmen Magallón, Directora de la Fundación Seminario de Investigación para la Paz, “responde a la necesidad de tomarse más en serio, también en el terreno internacional, la acción conjunta de los distintos países ante la gravedad de problemas como la feminización de la pobreza, la trata o la escandalosa cifra de violaciones y mujeres muertas, tanto en países en guerra como en países en paz. Esa conjunción internacional es necesaria también para afrontar la desigual situación de hombres y mujeres en relación con la posesión de bienes, empleo, salarios, educación o salud. Y, desde luego, para impulsar el empoderamiento femenino, mejorar el reparto de poder”.
Palabras que hoy en día siguen significando Qué: De los 1500 millones de personas pobres en el mundo, más del 80% son mujeres. Las mujeres llevan a cabo el 66% del trabajo en el mundo, producen el 50% del los alimentos, pero sólo reciben el 10% de los ingresos y son propietarias del 1% de la riqueza mundial.

O Qué: cada año mueren en el mundo más de 500.000 mujeres como consecuencias de complicaciones derivadas del embarazo y del parto. Una de cada tres mujeres ha sido golpeada, obligada a tener relaciones sexuales u objeto de abuso en algún momento de su vida. Cada año, más de 2 millones de niñas entre 5 y 10 años son vendidas y compradas en el mundo como esclavas sexuales. Cada dos horas, una mujer es apuñalada, apedreada, estrangulada o quemada viva, para “restaurar la honra” de la familia. 135 millones de niñas y mujeres han sufrido mutilación genital, una cifra que se incrementa en dos millones cada año.

Hay mucho más, también en nuestras tierras (Las mujeres tienen mayor presencia en las universidades, pero son menos las que llegan a puestos de responsabilidad. Se ha avanzado en presencia en las Instancias del poder político, aunque la paridad de los sexos todavía no se alcanza. Escasa presencia de las mujeres en los órganos de decisión económica. La tasa de actividad económica de las mujeres es inferior a la masculina, cuentan con peores empleos, y menos ingresos. La brecha salarial entre hombres y mujeres persiste..).Bastantes cosas en la discriminación indirecta o encubierta.
Pero estos datos creo que son suficientes para dar un ongi etorri a la ONU mujeres, para ayudar a impulsar el trabajo de movimientos sociales, feministas, ONGs y personas individuales que en todo el mundo están haciendo para erradicar la pobreza extrema y Promover la igualdad de género y la autonomía de las mujeres. ¡Lo uno sin lo otro, es imposible!
Y también Ongi etorri para que impulse el liderazgo femenino en la toma de decisiones y lograr más eficacia en los objetivos. Ojala que su existencia no sólo se note en el sistema de la ONU, sino sobre el terreno, en la mejora de las vidas de tantas personas que sufren.

1/9/10

Las mujeres y el Poder: “El Felicismo”

Gioconda Belli, poetisa, acaba de presentar en su última novela: "El país de las mujeres", un nuevo sistema político y filosófico, el "felicismo", del que nos dice que es un sistema que intenta romper con la discriminación de la mujer, especialmente con las barreras y la culpa a las que históricamente se han visto sometidas cuando se trata de ejercer el poder político.

Y esto es lo que me viene a cuento cuando se observa como Finlandia se convirtió a finales de junio en el primer país del mundo en el que, por segunda vez en su historia, la persona jefe de Estado electo y su jef@ de Gobierno son mujeres. Ya lo hicieron por primera vez en 2003. El poder femenino en ese estado es real: la mitad de las carteras ministeriales están ocupadas por mujeres. Y quizás en ello, algo tenga que ver el nivel educativo, el más alto del mundo. O que las mujeres constituyan el 48% de la población activa. O quizá que fue el primer país de Europa en implantar el voto femenino en 1906. O puede estar relacionado con que la igualdad de género y la promoción del liderazgo femenino es uno de los pilares fundamentales de la sociedad política finlandesa.

Finlandia es una clara excepción de un mundo, de una configuración geopolítica dominada por el género masculino, a pesar de qué el acceso de las mujeres al poder político ha avanzado a nivel mundial. En 2010, el 18,8% de quienes legislan en el mundo son mujeres, en comparación con el 11,3% de 1995.
En estos momentos, ocho políticas rigen los destinos de sus países desde sus cargos de primeras ministras y otras nueve hacen lo propio desde las jefaturas del Estado electas. Un total de 17 mandatarias para los 191 países que están integrados en la ONU.
No es mucho, pero si significa mucho: “Enseña un modelo, es decir, se percibe y concibe social e internacionalmente que es posible que las mujeres sean jefas de gobierno o primeras ministras".
En 2010, seis mujeres se han incorporado a las jefaturas de sus países: La Finlandesa Mari Kiviniemi. Iveta Radicova, primera ministra de Eslaquia. Rosa Otunbayeva, presidenta de Kirguizistán. Julia Gillard, primera ministra Australiana. Laura Chichilla, presidenta de Costa Rica. Kamla Persad-Bissessar primera ministra de Trinidad y Tobago. Es posible qué en octubre se sume a ellas Dilma Rousseff, candidata del Partido de los Trabajadores a la Presidencia de Brasil
Cierto que el proceso de empoderamiento, tiene conceptos y ritmos diferentes. En Latinoamérica va acompañado de un movimiento asociativo de mujeres muy alto que ejerce gobernanza a nivel local. El empoderamiento femenino en otros países también va caminando, aunque muchas veces acompañado de tener que ser la súper Woman como es el caso de la carismática Ellen Jonhson-Sirleaf presidenta de Liberia., o pertenecer a clases y/o castas pudientes como la primera ministra de Bangladesh, o la presidenta de la India
Y no todas ejercen el poder de la misma forma, aunque así lo parezca cuando de ello se habla.

Algunas se están esforzando por aportar valores menos agresivos como la mediación y el acuerdo, valores que yo comparto.
Por ello me uno a la idea de Gioconda Belli y a la filosofía de su “Partido de la Izquierda Erótica". Algo mejor nos iría a todas y a todos.