21/11/10

CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES: NO MIRES HACIA OTRO LADO

El dolor siempre empaña la visión de la realidad. Las lágrimas por una vida arrebatada son ardientes, como la lava que sale de la tierra desquebrajada, y el vapor liberado del corazón roto por el impacto profundo de la pérdida hace traslúcido el aire frente a quien lo sufre; por ello el dolor sólo ve dolor.

El homicidio de todas las mujeres que mueren cada año a manos de sus parejas o ex parejas, es lo suficientemente doloroso como para levantar el rechazo social; sin embargo, aún no han desgarrado la capa impermeable de una sociedad que a menudo prefiere no mirar a los ojos de la realidad, buscando una lectura justificativa con la que concluir que el problema es qué ella es tonta por aguantar, o se lo mereció por salir a esas horas o …


Justificaciones que nos llevan una y otra vez a seguir responsabilizando a las mujeres de un hecho que solo tiene una explicación: La violencia machista es estructural y se caracteriza porque tiene su origen y se sustenta en las normas socio-culturales que determinan unas relaciones desiguales de poder

Sólo rompiendo la cadena de transmisión de roles y estereotipos sexistas lograremos erradicar la violencia machista y alcanzar la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres.

Y recordando la historia del 25 de noviembre, la nuestra y la de la humanidad. Fecha, que surge en el Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, en el año 1981, en homenaje a las hermanas Mirabal, que en 1960 fueron objeto de las más crueles torturas antes de ser asesinadas y qué, gracias a la constancia del móv. Feminista, las Naciones Unidas, en 1999, le dieron el carácter de Día Internacional.


En Navarra, el primer grupo que denuncia la existencia de la violencia hacia las mujeres, data de 1980, año en el que algunas mujeres se atreven a decir a la bienpensante sociedad, que el hogar, no siempre es un remanso de paz. Que ellas habían sufrido malos tratos y violaciones. Que los golpes que tenían, no eran producto de haberse dado con la esquina del armario, que sus problemas no eran algo de la vida privada, sino que las Instituciones tenían que intervenir, poner recursos.

Mujeres que desplegaron una inmensa solidaridad que les permitía salir adelante combatiendo el miedo, la escasez económica y la ignorancia e insensibilidad social. Ellas, junto al movimiento creado, fueron las que consiguieron que Navarra tuviera una casa de acogida y centro de atención pionero en el estado, en el año 82.

Ellas y todas las que han seguido denunciando, contando… las que han desparecido y /o encontradas asesinadas y las victimas colaterales ( hij@s, familiares…) se merecen un justo homenaje para que la historia no se olvide y podamos avanzar conjuntamente, mirando de frente, sacando tarjetas rojas y portando con orgullo los lazos morados y blancos. ¡Hablamos de derechos humanos!