12/3/11

RECOMIENDO: Naomi Wolf

Naomi Wolf / Aljazeera / Rebelion
Entre los estereotipos de los países musulmanes más habituales en Occidente se encuentran los relativos a las mujeres musulmanas: crédulas, cubiertas con velos, sumisas, exóticas y calladas, pobladoras entre tules de harenes imaginarios y encerradas en papeles de género muy rígidos. Y entonces, ¿dónde estaban esas mujeres en Túnez y en Egipto?
En ambos países las manifestantes no se parecían en absoluto al estereotipo occidental: estaban en primera línea y en el centro, en las imágenes de las noticias y en los foros de Facebook... e incluso asumiendo el liderazgo. En la plaza Tahrir de Egipto, mujeres voluntarias, algunas acompañadas de niños, trabajaban sin descanso para apoyar las protestas: contribuyendo en labores de seguridad, comunicaciones o refugio. Muchos comentaristas atribuían el gran número de mujeres y niños al marcado carácter pacífico de los manifestantes en general ante provocaciones graves.
Otros reporteros-ciudadanos de la plaza Tahrir, y prácticamente cualquiera que tuviera un teléfono móvil podía serlo, señalaban que las masas de mujeres implicadas en las protestas eran muy diversas desde el punto de vista demográfico.
Muchas llevaban pañuelos en la cabeza y otros signos de conservadurismo religioso, mientras que otras se deleitaban con la libertad de besar a un amigo o fumar un cigarrillo en público.
Participantes, líderesPero las mujeres no solo ejercían de trabajadoras de apoyo, el papel habitual al que quedan relegadas en los movimientos de protesta, desde los de la década de 1960 hasta los recientes disturbios estudiantiles del Reino Unido. Las mujeres egipcias también organizaban, formulaban estrategias e informaban de los acontecimientos. Autoras de blogs como Leil Zahra Mortada asumieron graves riesgos para mantener al mundo informado a diario de la situación en la plaza Tahrir y otros lugares.El papel de las mujeres en el gran levantamiento de Oriente Próximo ha sido deplorable e insuficientemente analizado.
Las mujeres de Egipto no solo «se suman» a las protestas, sino que han sido una fuerza destacada de la evolución cultural que las volvió inevitables. Y lo que se dice para el caso de Egipto se puede decir también, en mayor o menor medida, para todo el mundo árabe. Cuando las mujeres cambian, todo cambia; y las mujeres del mundo musulmán están cambiando radicalmente.La transformación más importante es educativa. Hace dos generaciones, tan solo una reducida minoría de las hijas de la élite recibía formación universitaria.
Hoy, las mujeres representan más de la mitad de la cifra de estudiantes de las universidades egipcias. Se están formando para ejercer el poder de un modo que sus abuelas apenas podrían haber imaginado: publicar periódicos, como hizo Sanaa el Seif desafiando un decreto gubernamental que le exigía interrumpir la actividad; aspirando a puestos de liderazgo estudiantiles; recaudando fondos para organizaciones de estudiantes; o dirigiendo reuniones.
De hecho, una minoría sustancial de mujeres jóvenes de Egipto y otros países árabes ha pasado sus años de formación reflexionando críticamente en entornos mixtos y cuestionando en público incluso a profesores varones en las aulas. Es mucho más fácil tiranizar a una población cuando la mitad tiene una educación pésima y se la ha entrenado en la sumisión.
Pero, como deberían saber los occidentales por su propia experiencia histórica, cuando se educa a las mujeres, es probable que la agitación democrática acompañe a la transformación cultural generalizada que se produce.La naturaleza de los medios de comunicación social también ha contribuido a convertir a las mujeres en líderes de la protesta.
Por haberme dedicado durante más de una década a enseñar destrezas de liderazgo a mujeres, sé lo difícil que es conseguir que se pongan en pie y tomen la palabra en una estructura organizativa jerárquica. Asimismo, las mujeres suelen evitar la figura de estandarte que en el pasado han impuesto las protestas tradicionales a determinados activistas: casi siempre, la de un joven exaltado con un megáfono.Proyección de poderEn semejantes contextos —un escenario, un foco y un portavoz—, las mujeres rehuyen los papeles de liderazgo. Pero los medios de comunicación social, por la naturaleza misma de la tecnología, han modificado el aspecto y la apariencia del liderazgo actual.
Facebook imita el modo en que muchas mujeres prefieren vivir la realidad social, donde las relaciones entre personas son exactamente igual de importantes que el predominio o el control individual, si no más.Se puede ser un líder poderoso en Facebook justamente forjando una «primera persona del plural» realmente fabulosa. O se puede conservar el mismo tamaño, conceptualmente, que cualquier otra persona en su página; no es necesario reafirmar el dominio o la autoridad.
La estructura de la interfaz de Facebook crea lo que —pese a 30 años de presión feminista— las instituciones de cemento y ladrillo no han conseguido generar: un contexto en el que la capacidad de las mujeres para forjar un «nosotras» poderoso e implicarse en el liderazgo al servicio de los demás pueda promover la causa de la libertad y la justicia en todo el mundo.Como es lógico, Facebook no puede reducir los riesgos de la protesta. Pero, por violento que pueda ser el futuro en Oriente Próximo, el registro histórico de lo que sucede cuando las mujeres que han recibido educación participan en los movimientos liberadores hace pensar que ha llegado el fin de aquellos a quienes en la región les gustaría mantener un régimen de puño de hierro.
Justo cuando Francia inició su rebelión en 1789, Mary Wollstonecraft, que fue testigo inesperada de ella, escribió su manifiesto en favor de la liberación de las mujeres. Después de que las mujeres norteamericanas que habían recibido educación contribuyeran la lucha por la abolición de la esclavitud, introdujeron en la agenda el sufragio femenino. Después de que les dijeran en la década de 1960 que «la única posición para las mujeres es la horizontal»,(1) crearon el feminismo de «segunda generación»: un movimiento nacido de las nuevas habilidades y las viejas frustraciones de las mujeres.
Una y otra vez, cuando las mujeres han librado las demás batallas de su tiempo por la libertad, han pasado a defender sus propios derechos. Y como el feminismo es sencillamente una prolongación lógica de la democracia, los déspotas de Oriente Próximo se enfrentan a una situación en la que será casi imposible obligar a estas mujeres que han despertado a detener la lucha por la libertad: la suya propia y la de sus comunidades. Naomi Wolf es una activista política y crítica social cuyo libro más reciente es Give Me Liberty: A Handbook for American Revolutionaries.
Traducido para Rebelión por Ricardo García PérezNotas(1) Frase pronunciada en octubre de 1964 por Stokely Carmichel (1941-1998), fundador de los Panteras Negras y dirigente destacado del movimiento en pos de la igualdad de derechos civiles de la población afroamericana. (N. del T.)

7/3/11

8 de marzo 2011: De sabios Reconocer. De sabias, Reconocerse

En este centenario del Día Internacional de la Mujer, De sabios, es reconocer. qué las mujeres en el mundo son más, pero cuentan menos.
Los logros formativos de las mujeres no se traducen en mejores empleos. Ellós, se esfuerzan menos. Y esto es debido a las expectativas que está sociedad les da a los varones, de que sin cualificación es posible un empleo fácil y bien remunerado. Por contra las mujeres necesitan niveles de cualificación muy superiores a los de los hombres para lograr los mismos ingresos
Sólo tres de los 27 Estados miembros de la UE tienen más del 40% de parlamentarias y las mujeres ocupan una de cada cuatro carteras ministeriales. Las mujeres sólo ocupan el 11% de los asientos en los consejos de administración de las empresas europeas. Suponen el 3% de las personas consejeras delegadas de las grandes firmas. En Navarra los hombres dirigen siete de cada diez empresas
La tasa de actividad femenina es inferior a la masculina. Y tres de cada 10 europeas trabajan a tiempo parcial. Que las mujeres siguen teniendo, peor empleo, con frecuencia más paro, y menos ingresos: ellas ganan un 17% menos. La brecha salarial persiste. En Navarra, el 75 por ciento de las mujeres que trabajan lo hacen en tareas administrativas o de servicios personales. El número de mujeres en activo es mucho menor que el de los hombres y el paro recae en ellas en mayor medida",
Que esta desigualdad salarial entre mujeres y varones no es un hecho aislado, sino que forma parte de toda una estructura patriarcal que organiza no sólo los salarios sino también la orientación profesional, la categorización del empleo, la relevancia de unas ocupaciones sobre otras... además de los tiempos que se deben emplear al trabajo remunerado, el ocio, la familia, la amistad, el descanso y en definitiva TODO. El sistema patriarcal se ha sostenido y apoyado hasta la actualidad en la división sexual del trabajo.
Qué las madres dedican más del doble del tiempo a cuidar a los niños que los padres y que siguen escaseando los servicios públicos de atención al cuidado infantil y de personas mayores. Que hay empresarios que penalizan a las trabajadoras de diversas formas que deciden tener hij@s, e incentivos económicos y fiscales para que ellas abandonen definitivamente los empleos Situación que lleva a las mujeres a comenzar a cotizar más tarde y a interrumpir más las cotizaciones para atender a los cuidados familiares.
Y ello repercute en las prestaciones. Los últimos datos nos indican que sólo el 30% de las mujeres alcanza el 100% de su pensión. El resultado es que una de cada cuatro mujeres mayores de 65 años está bajo el umbral de la pobreza. Y con la reforma de las pensiones, esto, se agrava

Que la violencia de género no es un problema de las mujeres, sino de la sociedad y por lo tanto se necesitan medidas integrales para abordarla. Somos seres con capacidad de autonomía y de decisión propia y los conflictos hay que aprender a resolverlos de forma no violenta, aprendiendo a tratarnos como iguales, cuidándonos y negociando las diferencias.
De sabios es conocer y reconocer al movimiento feminista y a todas las mujeres que aquí y en el mundo entero, han impulsado durante estos cien años el camino hacia la igualdad, aportando una mirada y análisis fundamental para el cambio social equitativo.
De sabias, es reconocerse en ese movimiento, sabiendo qué las que hoy estamos donde estamos, es gracias a la constancia y tesón de mujeres como clara Campoamor, Matilde Huici….Y tantas otras que tuvieron claro, que la igualdad entre hombres y mujeres era aun pilar fundamental para lograr una sociedad justa y equitativa y que no puede existir ninguna democracia que no cuente con la mitad de la población. Y lo mantuvieron, a pesar de pagar un precio político y personal por ello.
También comprender qué no todas vamos al mismo ritmo. Algunos logros conseguidos no significan que todas los tengan. Hay colectivos y situaciones de mujeres que presentan singularidades que, suponen un trato desigual y una ausencia de reconocimiento social que puede traer consigo mayores cotas de exclusión social. Lejos estamos de Todos los derechos para todas.
De sabios y sabias, esforzarse en dar a conocer este movimiento y tener presentes su análisis a la hora de habalr del mundo y de las soluciones a la crisis, reconociendo , que aunque existen avances, todavía queda mucho por hacer. Qué invertir en igualdad es rentable.
Lograr la igualdad de género sigue siendo un importante desafío. Si queremos alcanzar una recuperación de la crisis que sea sostenible y equitativa, así como una globalización más justa, precisamos de soluciones que tomen en cuenta la dimensión de género. La crisis implica un riesgo de intensificar la división sexual del trabajo y las desigualdades que genera. Pero también, representa una oportunidad y un desafío para establecer nuevas formas de producción y consumo, y de reorganizar las estructuras y relaciones del cuidado, estableciendo un reparto equitativo entre mujeres y hombres del trabajo remunerado y no remunerado
De sabios y sabias es comprender qué el fin de los privilegios de género no es una amenaza personal sino una oportunidad para trabajar en un desarrollo sostenible que mejore la calidad de vida de todas las personas que conforman la ciudadanía, donde mujeres y hombres sean diferentes como personas e iguales en oportunidades.
Por ello, Este 8 de marzo, Seguimos construyendo la Igualdad.Berdintasuna eraikitzen jarraitzen dugu.

2/3/11

8 de marzo: ¿Igualdad? Sigamos construyendo

Un año más, nos unimos a la conmemoración de Naciones Unidas a nivel mundial y celebramos el Día Internacional de las Mujeres. Este “8 de marzo” queremos destacar la importancia de que las mujeres consigan su autonomía e independencia plenas como seres sociales, superando así las desigualdades y discriminaciones persistentes en nuestra sociedad por razón de género.

Cada vez está más extendida la creencia de que vivimos en una sociedad igualitaria. El derecho al voto, la representación política, la alta escolaridad o acceso a la educación, los ingresos propios, y la participación en primera persona, hacen pensar a gran parte de la ciudadanía que las mujeres ya están en igualdad con los hombres. Es el espejismo de la igualdad formal.

Sin embargo, la realidad tozudamente se empeña en desarmarlo con las estadísticas actuales en el ámbito de la violencia contra las mujeres, las desigualdades en el mercado laboral, en el cuidado y las responsabilidades domésticas, en la salud, etc. Como ciudadanía debemos ser conscientes de que aun existen discriminaciones y que hay que continuar trabajando y luchando por hacer efectivos los derechos de las mujeres.

Por todo ello, manifiesto la firme compromiso de seguir trabajando en la consecución real de la igualdad entre mujeres y hombres y os invito a celebrar este 8 de marzo de 2011 participando en los actos organizados por el área de igualdad y mujer de los Aytos, asambleas de mujeres y colectivos de nuestra zona.

Salgamos a la calle acompañando a las mujeres de Egipto, Túnez, Libia, Marruecos...Con la miles de personas italianas que pedían dignidad y que los representantes políticos ni deben ni pueden actuar como Berlusconi nen materia de igualdad y.. Por todas. Acompañadas de todos los que apuestan por una sociedad sin privilegios de género, que mejore la calidad de vida de todas las personas que conforman la ciudadanía. Podemos construir un futuro que atienda la integridad ambiental, la viabilidad económica y una sociedad justa para las generaciones presentes y futuras, donde mujeres y hombres sean diferentes como personas e iguales en oportunidades.

Fdo Técnicas de igualdad Navarra. Tere Sáez