El 14 de abril, la II República cumple 74 años. De entonces aquí, el viento ha sembrado, los odios han mermado y muchas personas han tenido que vivir durante años asustadas, apartadas, humilladas y no reconocidas.
Personas que creían en la igualdad de los seres humanos y entre ellas, muchas mujeres, que han sido si cabe “la voz más dormida” de este periodo histórico. Mujeres que creyeron en el derecho al voto, a pesar de la opinión en contra de sus compañeros hombres de partidos, a la educación, en la igualdad salarial, en la capacidad para ocupar todos los espacios político-económicos y sociales vetados a las mujeres por el solo hecho de serlo, en una sexualidad placentera también para las mujeres..
Mujeres que soñaron con un mundo diferente y con el que han continuado soñando y luchando. Mujeres que han visto como desaparecían sus seres queridos y nadie les quiso decir donde estaban.
Mujeres amantes de la República por llevar en sus entrañas la primera piedra de la igualdad: Nadie hay más que nadie por nacimiento ni por ningún otro motivo. Todas ellas desde ámbitos distintos han sido nuestras precesoras. No las olvidemos en la recuperación de la memoria histórica de la humanidad, especialmente en la de este periodo.
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