Hace siete años, un día como hoy, me encontraba en N.York, asistiendo a la primera martxa mundial de las mujeres. En ese momento ya sabia que me tenían que operar de un tumor maligno que se había extendido también a algún ganglio Pero no era para nada consciente del significado de esta noticia en mi vida.
Siete anños después casualidades de la vida, vuelvo a estar en EEUU, en Boston y me he reencontrado con el tema al pasear por la explanada, un lugar maravilloso para disfrutar de la naturaleza en plena ciudad. Allí, he empezado a ver personas con camisetas, txapas, guantes, bandas…en las que se apreciaba el lazo rosa y los lemas “ Superviviente” y “ todas las personas podemos hacer algo por el cáncer de mama”. No he podido menos que alegrarme al comprobar que en todo el mundo hay sensibilidad ante el tema y sobre todo muchas personas trabajando por ello. Y como no, volver a recordar los casi siete años pasados desde mi operación y pensar en esa palabra que portaban muchas mujeres en banderolas: “ Supervivientes”.
Eso es lo que en realidad hacemos, SOBREVIVIR a la ansiedad, miedo, angustia, impotencia, rabietas, dudas, pruebas, dolores, caídas de pelo, kilos de más, horas en hospitales para revisiones y más revisiones, listas de espera, inapetencia y vómitos. A la mirada de la gente clavada en tu pecho cuando te preguntan ¿ que tal?. Al estereotipo que esta sociedad nos pide continuamente en relación con la imagen y con tener una, dos o ninguna teta. A la sensación de no sentirse deseada. Al terror a quedarte sola y que nadie te cuide. A la duda de cómo reaccionará tu familia, amistades y la persona que te acompaña sentimentalmente. A los dolores de huesos o el brazo que se hincha de vez en cuando . a las pastillas todos los días y por años. A la muerte de amigas y compañeras que se han quedado en este camino. Al miedo instalado en las personas acompañantes…
En definitiva, sobrevivir a un impacto o shok en tu vida, que te sitúa con la muerte pero también con la vida, haciéndotela apreciar y mirar de otra manera, ayudándote a comprender el sentimiento de pertenencia, autoapoyo, ayuda, solidaridad, amor, amistad….y la importancia de continuar hacia delante, cada cual a su manera, pero caminando, haciendo camino con el resto. Y también a asumir la muerte como parte de la vida.
Por eso como supervivientes debemos de celebrar la vida, valorar lo que tenemos como seres humanos, e intentar que todas las personas puedan tener también en esta materia, igualdad de oportunidades. Que la investigación avance y que se democratice para todas. Que los tratamientos sean cada vez menos agresivos. Que la sanidad no nos trate como defectuosas o victimas. Que nos mire como seres autónomos, con capacidad para decidir sobre nuestras vidas. Y como he manifestado mas de una vez, Que una teta mas o menos, no decida el resto de nuestra vida.
Y precisamente por encontrarme en Boston he podido apreciar la cantidad de gente joven que esta investigando en el tema del cáncer y eso debe de alegrarnos colectivamente, pero insisto: que la igualdad de oportunidades sea real, tanto para las mujeres investigadoras en este tema como para que lo que se consiga de mejorías sean distribuidas par todas y en todo el mundo.
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