27/4/04

Las Mujeres y la Paz

En estos días de inmenso dolor por las victimas del terrible atentado de la T-4, en los que todas las personas que buscamos la paz en ausencia de violencia insistimos en la necesidad de continuar buscando el diálogo, además de decirle a ETA que nos deje en paz a la ciudadanía para poder tomar nuestra propias decisiones, me parece interesante y oportuno recordar la aportación de las mujeres a este maravilloso objetivo: La Paz en todo el Mundo y la resolución de los conflictos.
“Nadie tiene el derecho de decidir sobre la guerra. Todas las personas tienen el deber de decidir sobre la paz”. El espíritu de esta frase de las mujeres de Zagreb, ha inundado a los diferentes movimientos de mujeres y pensadoras-activistas de todo el mundo a lo largo de la historia más cercana a las guerras y resoluciones de conflictos varios.
Ese espíritu hizo posible que en el año 1982 se instaurara el 24 de mayo como el Día Internacional de las mujeres por la paz, con el objetivo de visualizar y dar a conocer las diversas aportaciones hechas por mujeres desde concepciones filosóficas diferentes. Este bagaje y análisis de la realidad desde la perspectiva de género de la resolución de guerras y conflictos ha posibilitado que Las Naciones Unidas, por medio de la resolución 1325, pida que se promueva la contribución de las mujeres al logro de una cultura de paz y la inclusión de las mismas en todos los procesos.
Los objetivos por los que las mujeres se organizan para trabajar por la paz son múltiples pero tienen un denominador común, que es el de enfrentarse y deslegitimar el triunfo de la fuerza sobre la razón y la vida. Se organizan para oponerse a la guerra y las políticas militaristas. Para romper barreras y acercar comunidades enfrentadas. Por la búsqueda de soluciones no militares a los conflictos (Irlanda, África, país vasco...) Contra la impunidad, los genocidios y la búsqueda de la verdad para todas las victimas.
Para apoyar a mujeres que viven en situaciones de falta de libertad y de negación derechos humanos, o de guerras en distintos países. Para lograr que el Parlamento Europea y Naciones unidas tengan en cuenta el trabajo y la especificidad de la aportación de las mujeres en la resolución de los conflictos.
Todas las experiencias son diversas pero hay hilos conductores y puntos de unión en todas ellas.
Rescatar lo ocurrido, aprender de las experiencias de otras compañeras en distintos procesos de paz, seguir teniendo presente aquel viejo lema que decía” No queremos guerra que nos destruyan ni paz que nos oprima” y no olvidar colocarse las gafas de la igualdad para mirar esta nuestra sociedad, ha gestado ahotsak, grupo que a pesar de las presiones de todo tipo se mantiene con la misma idea con la que surgió: Ausencia de violencia y dialogo. La búsqueda de la Paz no debe, ni puede permitirse el lujo de dejar fuera las aportaciones de las mujeres, por que estamos hablando de esa sociedad nueva que queremos con ausencia de violencia y con garantías democráticas y derechos humanos básicos para todas las personas.
En definitiva hablamos de ese futuro común que queremos construir y este debe de estar basado entre otras cosas en la igualdad entre los sexos y ausencia también de violencia de género.
Es difícil conseguir un mundo basado en el dialogo y la empatía, pero no imposible. Para ello la ciudadanía y por lo tanto, las mujeres, debemos de ser sujeto activo, recordando que tenemos la voz y la palabra.