2/11/05

Celebrar la vida


El nombre he de reconocer que lo he sacado de un culebron, pero me pareció muy apropiado para lo que quería escribir sobre el 19 de octubre, el cáncer de mama y mi relación con él.
Hace cinco años, un día como hoy, me encontraba en N.York, asistiendo a la primera martxa mundial de las mujeres. En ese momento, todavía estaba bajo el impacto de la noticia: lo sabia y sabia que a mi vuelta, en concreto el 16 de noviembre me operaban de un tumor maligno que se había extendido también a algún ganglio Pero en aquel momento, no era consciente de lo que esto iba a significar en mi vida.
De entonces aquí, ha habido muchos momentos de ansiedad, miedo, angustia, impotencia, alegrías, rabietas, encariñamientos, risas, dudas, pruebas, dolores, caída de pelo, kilos de más, dieta, protecciones solares altísimas, tumbing en el sofá, horas en hospital para revisiones y más revisiones, cuidados del cuerpo y de la mente, marihuana transformada en mantequilla, complicidades con otras mujeres que han pasado por lo mismo, ver la mirada de la gente clavada en tu pecho cuando te preguntan ¿ que tal?. Aprendizajes sobre la amistad y el estar al lado de alguien. Renuncias a lo conocido y habitual y comienzo de nuevas aventuras de vida.
Tranquilidad, sosiego, dulzura, saber sentir y escuchar al cuerpo, escribir como medio de salvación mental, seguir apasionada de la igualdad. Entender que significa para una mujer, el cáncer de mama y que tiene que ver con la imagen y el estereotipo que esta sociedad nos pide continuamente. Sufrimientos innecesarios por no sentirse deseada o pensar que nadie más te va a mirar. Terror a quedarte sola y que nadie te cuide.
Más revisiones, dolores de huesos que se han instalado y ya no te abandonan. Un brazo que se hincha de vez en cuando y se suma a las preocupaciones estéticas. Renuncia a viajes por no encontrarte con fuerza suficiente. Pastillas todos los días y por años. Ver como otras amigas y compañeras se han quedado en este camino.
La entereza de algunas peleando una y otra vez por continuar en la vida, aunque el maldito tumor se reproduzca. Conocer a personas que se dedican al auotapoyo. Comprender el miedo instalándose en persona acompañantes....Ver como la vida sigue con grandezas y miserias y los seres humanos con nuestras bondades, carencias, envidias, necesidades afectivas no reconocidas..
Las miradas de la infancia, las despedidas de seres queridos, el reencuentro con mi madre. La amistad profunda y el sentir la perdida y el duelo. Terapias individuales y de grupo. Lecturas y más lecturas. El miedo a volar y a la libertad..Con todo ello sigo pensando como manifesté en el 2000, Que una teta no va a poder con nosotras y también a asumir la muerte como parte de la vida.
Por eso quiero celebrar la vida. Mis cinco años y dar las gracias públicamente a todas aquellas personas que han estado a mi lado, por aguantarme, permitirme sacar mis angustias y debilidades, reírse conmigo, valorar lo que tengo como ser humano, apoyar mi firmeza en la defensa de los derechos humanos y la igualdad de oportunidades para todas las personas.
Por permitirme escribir en sus periódicos, escucharme en una charla, leer mis escritos y decirme si les han gustado o no. Por una buena comida compartida, el sabor de un buen tinto.. A todas aquellas personas que han hecho algo tan sencillo y difícil la vez: Quererme y saber estar hay cuando es necesario. Yo, que soy la primera que ahora me quiero mucho más me he premiado con un viaje a un lugar desconocido para mí, con compañeras nuevas, de vuelta a la mochila, con contacto con la vida y en este caso con la subsistencia pura y dura.
Me he premiado con la asistencia a la segunda martxa mundial de las mujeres en Burkina Faso. Desde aquí, recuerdo el día 19 y a las compañeras de fatigas, quimios, esperanzas y aprendizajes de adaptación . Dentro de un mes lo voy a celebrar por todo lo grande, por qué algo que he aprendido en estos años es la importancia de Celebrar la Vida.

No hay comentarios: