
Y pretenden seguir haciéndolo. Algunos evitándose pagar los impuestos mediante las SICAV u otro tipo de argucias, otros pidiendo amparo y protección al “Papa Estado”, al que han criticado, despreciado y puenteado sistemáticamente. Y como los llantos, al igual que la vida, no tienen el mismo valor estos, los de las personas ricas, han sido atendidos inmediatamente: Cumbres, reuniones, medidas, contramedidas…: Consiguen realidades y no promesas.
Al volver la mirada hacia el otro lado, encontramos al resto de la humanidad, que lleva años esperando soluciones tangibles, viendo como han aumentado en los últimos años en 50 millones las personas que padecen hambre crónica. La ONU denuncia que en 2009 la cifra de hambrientos ha sobrepasado los 1.000 millones de personas. Jóvenes viven en la pobreza. 246 millones de niños y niñas se ven obligados a trabajar. 63 millones están sin escolarizar, la mayoría niñas.

Pobreza que tiene otras caras más cercanas y con la que convivimos a diario muchas veces sin darnos cuenta. Esa pobreza que va ligada a poder vivir en nuestra sociedad, con los gastos que implica con unos ingresos entre con 450 y 1000€ o los más de 5.000 personas navarras que están cobrado el subsidio para mayores de 52 años, o sea 421,79 euros/mes. Por no hablar de las viudas.
Anteriormente a la crisis económica, 79 millones de personas en Europa vivían bajo el umbral de la pobreza, de ellas 9 millones de españolas y 58.000 navarras. Estos son datos antiguos, sí, pero es que los estudios sobre los efectos sociales de la crisis brillan por su ausencia en todas las instancias. .
Cada vez más personas en Navarra, de todas las edades, han llegado a la pobreza y exclusión por muchos caminos y recovecos, los de toda la vida y los estrechamente ligados a la situación de crisis que esta empujando a miles de personas a los ERES, paro... enferma.. Todas esas personas unidas en el agobio por no llegar a fin de mes. Viendo como si habían podido acceder a una vivienda ahora tiene que abandonarla por no poder pagar la hipoteca o s ni siquiera los plazos que les piden en una VPO. Haciendo cuentas arriba y abajo pero que por mucho que revisen es imposible continuar viviendo con una cierta normalidad. Desesperanzadas y escépticas con este sistema que no les hace caso, hartas de que unas personas vivan tan bien y sin embargo ellas, más numerosas cada vez, con menos ingresos proporcionalmente.
En este contexto, lo de apretarse el cinturón, ni puede ser igual para todos y todas. Quienes más tienen y se dan cinco veces la vuelta al mismo, deberían reducirlo a la mitad, no solo congelarse sus sueldos. A quienes ya antes no les llegaba o justamente, no deberían mover ni un agujero sino lo contrario, conseguir abrocharlo
Son tiempos de exigir ética política y social, garantías de igualdad de oportunidades en todos los sentidos y derechos sociales para toda la ciudadanía.
"El dinero no da la felicidad, pero tan cierto como eso es que se necesita un mínimo de dinero para desarrollarse como persona y esto aquí y en todo el mundo. Por ello una vez más en torno al Día Internacional para la erradicación de la Pobreza es importante que los gobiernos cumplan los objetivos del milenio y miren en su hacer a quienes más lo necesitan. La humanidad sigue esperando la justicia social.
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