21/12/02

Andraize: la casita de la ilusión y la esperanza. ¡ felicidades!


Cuando se mira hacia atrás, es cuando una comprueba los cambios que ha habido en su vida y en su entorno. Es en ese momento cuando se puede decir: Que diferente es esto. O que igual continua aunque yo, me pueda sentir diferente.
Por eso, los cumpleaños como el de Andraize, con sus 25 añitos, nos están permitiendo hacer un repaso personal y colectivo a esta parte de la historia Navarra viendo como nos encontramos en la actualidad desde miradas diversas
Así que, me traslado a Pamplona, concretamente a la Txantrea, al año 1977. Las caras me aparecen nítidas, los nombres se me van. Allí, en los locales de la asociación de vecinos, Yola, Arantxa, Cela, Chusa, Josune, Mari, Ina, Marian, Mª paz, Trini, Loli, Pilar...hacían subversión constante, hablando de ellas y sus necesidades, demandando un lugar en el barrio para hablar de sexualidad, planificación familiar, control de la natalidad...
Un lugar en el que desde el momento en que entrases te sintieras tranquila, segura, sin miedos, no juzgada ni discriminada, en el que la expectación, intranquilidad y desasosiego que se suelen crear al hablar de sexualidad, se convirtieran en gozo, placer por aprender y comprenderse una misma, capacidad de decisión sobre que relaciones tener y cuantos hijos se deseaban. Y esto, era pura y dura subversión interior e ideológica en aquella Navarra, que a pesar de sus luchas por un cambio social y una transición democrática plena, estaba imbuida de pensamientos discriminatorios para las mujeres y plagada de miedos ante la sexualidad que seguía encerrada en la alcoba, sin luz, sin gritos ni suspiros.
Una Navarra en la que las ideas religiosas marcaban fuertemente, también en esa parte de la sociedad que pretendía cambiar, en la izquierda social. Y ya se sabe lo que la Iglesia ha venido históricamente opinando en estas materias: represión, oscurantismo, obligación, tabúes...
Aquellas mujeres, acompañadas de otras que veníamos deslumbradas por el feminismo incipiente, se atrevieron a hablar sin tapujos de sexo, de aborto, de deseo, de hijos e hijas deseadas....No solo entre ellas, sino también con quienes compartían sus vidas y se atrevieron también a pelear por todo ello. Conocedoras y participantes de la situación política marcada por la transición política y la peculiaridad de un ayuntamiento de Pamplona en el que existían algunos concejales, que se caracterizaban por aquello de creer en la participación ciudadana en todas sus variantes, además de no vivir la política como un negocio o salida personal. Esas personas de las que también he olvidado algún nombre pero no, caras: Muez, Erice, Martínez alegría. Pérez balda...
En esa coctelera nació oficialmente “ la Casita”. Nuestra casita, ya que desde el parto la sentimos muy nuestra todas las mujeres navarras que por aquellos años andábamos en esto de la igualdad entre los sexos y la no discriminación hacia las mujeres o sea en el feminismo. La sentimos muy nuestra por que sus madres nos hicieron compartir al resto el embarazo y también aprobar las bases de su gestión de vida: hacer un Patronato municipal, subvencionado con dinero público, servicios gratuitos para la ciudadanía, en el que estuvieran presentes todas las partes, es decir, las mujeres gestoras, las personas trabajadoras que se incorporaban y el Ayuntamiento.
Y se le puso un nombre a la casita,, ANDRAIZE y los apellidos muy claros: Centro de Planificación familiar y educación sexual.. En ningún momento se penso en apellidarla “ Centro de la mujer”, ya que nuestras ideas eran precisamente las contraria: La planificación familiar es cosa de todos y todas. El posterior cuidado de esos hijos e hijas deseadas también debe serlo.
La sexualidad también es cosa de todo el mundo: Las mujeres tenemos placer, deseos..Todas las personas tienen derecho a vivir su sexualidad como les venga en gana, sin ser juzgadas, ni discriminadas. La sexualidad forma parte de todos los tramos de nuestra vida y por ello es importante que la educación sexual se extienda por todos los rincones.
Con este nombre y apellidos en buena lógica, lo que fundamentalmente se estaba demandando era que las personas que pasasen a trabajar a Andraize, estuvieran comprometidas con estas ideas, es decir, que además de profesionales, tuvieran muy clara su implicación en la defensa de estos principios y especialmente un trato de amabilidad y cercanía con la población usuaria, manteniendo lo más posible la idea de “ la casita” cómoda que todo el mundo deseábamos. Y esas personas profesionales aparecieron, ya que quien la sigue, la consigue
Mantener estos principios no ha sido fácil. Zancadillas una y otra vez. Seguir impulsando la responsabilidad ciudadana para con nuestra sexualidad y placer tampoco. Defender la paternidad y maternidad responsables y por lo tanto el derecho a decidir también en esta parte de nuestras vidas, ha supuesto sufrimientos, cansancios, manifestaciones, encierros, amenazas profesionales, acoso, aislamiento hacia algunas personas impidiendo su desarrollo profesional...
Rabia cuando no lo hemos conseguido. Esperanza al observar un nuevo pasito y sobre todo un cambio personal en alguien, que es en definitiva de lo que se trata. ANDRAIZE, no está desligado de otros momentos importantes relacionados con el derecho a una sexualidad placentera en nuestra comunidad: Derecho al aborto, extensión de los anticonceptivos y en concreto del condón también como método de seguridad, la ampliación de los servicios por todo navarra, la creación de grupos a autoapoyo a colectivos específicos, programas de atención a al prostitución, la garantía de la píldora postcoital, gratuita en la seguridad social...
Todo tiene un hilito que los une: la defensa de la libertad personal y las garantías a la ciudadanía en nuestros derechos sexuales. Y este hilo conductor, esta claro que no es del agrado de algunos sectores de esta Navarra, especialmente agrupados en torno a UPN, aunque para ser justa, no creo que todas las personas que les votan opinen en materia de sexualidad tan cerrados como lo hacen quienes les representan.
Y digo opinen, ya que lo que no me cabe duda es que a pesar de su oposición a la práctica de una sexualidad placentera y libre para todas las personas, practican sexualidad, por lo tanto lo que yo creo que les da verdadero miedo no en sí la sexualidad sino el placer y la libertad como identificaciones personales que hacen a la personas menos manipulables.
Al igual que en aquello años, me reivindico de la subversión contra la ideas preconcebidas enfocadas a recortar las libertades colectivas y personales. Sigo queriendo decidir sobre mi vida y especialmente sobre mi cuerpo. El poder en nuestras camas sigue siendo algo de realidad. Sigamos echándolo fuera.
Añoro aquella casita, con su cercanía, sus reuniones, sus charlas, y su compromiso colectivo con la libertad sexual, aquella casita en la que era difícil discernir quien era quien, ya que todo el mundo era considerado igual. Aquella casita que el equipo de ANDRAIZE ha intentado mantener contra viento y marea, espcialmente contra las disposiciones y leyes de los últimos años de los/las Gobernantes de navarra. Leyes que además de pretender que la planificación familiar sea solo cosa de mujeres( Lo que no me explico es como luego se reivindican de la corresponsabilidad y el reparto de tareas) y que nuestra sexualidad se confunda de nuevo con maternidad, ahondan mucho más pretendiendo evitar la responsabilidad ciudadana, la participación , la autonomía y la libertad de pensamiento. Me temo que cualquier día nos van a pone sobre la mesa lo que ya han hecho en Madrid, separando a chicos y chicas en la escuelas y encima argumentando desde el punto de vista de discriminación positiva para las mujeres.
En esta mirada atrás, no quiero dejar demostrar mi agradecimiento a quienes hicieron posible la casita y también a quienes venimos extendiendo desde entonces la idea de ANDRAIZE.
Celebrémoslo, que tenemos motivos. Hemos resistido al cáncer de La represión sexual, aunque no hayamos evitado todas las secuelas. Pero estamos y este hilo sigue prendiendo en el interior de muchas personas, especialmente jóvenes. Hilo que ha ido cambiando de color por el paso de los años, espero que sigue valiendo para dar puntadas en la creación de una persona mejor consigo misma y con su cuerpo.
Un hilo que a pesar del desgaste, tiene reflejos chispeantes. Reflejos que los produce el gozo del placer. Tira del hilo. Tiremos de vez en cuando al unísono, para seguir celebrando.

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