14/3/07

8 de marzo: El sostén rojo


Estupenda me ha parecido la idea de algunas mujeres mejicanas, de diferentes ideologías y experiencias, que se han unido para crear la iniciativa “El sostén rojo”, pensada para ayudar al conjunto de las mujeres a alcanzar el empoderamiento, para poder seguir avanzando de forma colectiva hacia la igualdad de oportunidades y la equidad. Se trata de que unas, apoyemos a las otras y las otras a las unas en esta carrera de fondo, en la que podemos y debemos tomarnos descansos, pero pasando bien el testigo, para que no pare dejando a ninguna de nosotras en el camino.
Ese sostén, que comenzó hace años a sujetarnos y que hizo que de la boca de Olimpia de Gouges, en 1792, en plena revolución francesa, junto a la “Igualdad, libertad y fraternidad”, se escuchara: ¡Mujer Despierta. Defiende tus Derechos!. Palabras que le llevaron no solo a la incomprensión de la mayoría de su compañeros revolucionarios, sino también a la guillotina. O que en 1.904, miles de mujeres de las fábricas de textil salieran a las calles pidiendo mejores condiciones laborales y que precisamente por la tenacidad de seguir pidiendo la igualdad salarial con los hombres, la mejora de las condiciones de la fábrica, un tiempo para la lactancia y la reducción de la jornada laboral a 10 horas, en 1908, unas costureras, fueron asesinadas-abrasadas. Ese mismo sostén que mantuvo a Clara Campoamor hace 75 años en su escaño, exigiendo y consiguiendo el derecho al voto para las mujeres aunque le costase su carrera política y el exilio.
Un sostén que ha ido incorporando en sus tejidos hilos nuevos y derechos diferentes, ampliándose a las nuevas realidades sociales y a la diversidad de las mujeres. Un sostén que en Navarra comenzó de forma conjunta y visible hace 30 años con un encierro en el Ayto de Pamplona para exigir el Derecho a los anticonceptivos y al aborto ante la muerte de una chica en la txantrea por haberse provocado un aborto en malas condiciones. Y que tiene que seguir diciendo que después de 30 años el aborto en nuestra comunidad sigue siendo ilegal, en la media que no se aplica la ley existente, obligando a cerca de 700 mujeres anualmente a vivirlo en la clandestinidad y a pagarlo de su bolsillo.
Un sostén que de entonces aquí no ha parado ni un segundo, rompiendo fronteras, buscando todos los resquicios para hacerse visible, denunciando, apoyando a las mujeres más vulnerables, exigiendo derechos e igualdad de oportunidades en todos los ámbitos y espacios, buscando leyes que garantizaran estos derechos, presentando estudios y ponencias desde la perspectiva de género, acorralando a la clase política en sus diferentes opciones para que tenga que introducir el tema de la igualdad en la agenda política y no solo como arma electoral.
Seduciendo a muchos hombres a cobijarse dentro de él e incluso a intentar probarlo en su vida cotidiana, además de mostrarlo al resto de hombres para que intenten ponérselo. Un sostén, que ha tenido muchos jirones y pedazos pero que poco a poco se ha ido remendando y mejorando con nuevas telas, incluso las de aquellas que desfilan por las pasarelas y se les niega el poder ser madres.
Un sostén que ha dejado muchos hilos en el camino: Miles de mujeres muertas por violencia de género en todas sus variantes, por anorexia, por abortos clandestinos, por haber sido
Un sostén que en el 2007, tiene que seguir al rojo vivo y hablando claro: Solo un 9% de mujeres están en los cargos públicos y espacios de poder. Las mujeres poseen solo el 1% de la riqueza del mundo. Los sueldos son un 31% más bajo que los de los hombres y el porcentaje de trabajo temporal son de 25,8%. El paro en Navarra, sigue marcado por el rostro de la mujer, especialmente las más jóvenes y las de 40 años que quieren incorporarse de nuevo al mercado laboral. De la tasa de paro el 6,7% es de hombres y en cambio el de mujeres del 20,5%.
Que es poco lo conseguido e materia de reducción de jornada y flexibilización horaria para todas las personas con el mantenimiento de sueldos y derechos sociales, con el fin de poder compartir todo el mundo todos los ámbitos de nuestra vida.
Que son poquicos los recursos y escasa incentivación sobre el colectivo masculino para que concilien la vida laboral y familiar. Escasas las medidas que reconozcan de verdad la importancia de cuidar a las personas dependientes y del trabajo doméstico y por lo tanto pagarlo dignamente. Existen reticencias, trabas y reducción de pensiones dignas para las viudas y otros colectivos de mujeres donde la pobreza es cada vez más su rostro único.
Que las leyes que se van aprobando, se dotan con cuentagotas en cuanto a los recursos necesarios para que de verdad sean eficaces. Que los derechos reproductivos y sexuales carecen todavía de ser generales para todas y que nuestro cuerpo se sigue intentando que sea vivido como una fuente de tortura en lugar de placer.
Cierto que los cambios en estos años han sido rápidos y significativos. Hoy una gran mayoría de mujeres ya no estamos por aguantar y cada vez nos empoderamos más, o sea nos hacemos dueñas de nuestro cuerpo, decisiones, ilusiones, deseos y pedimos derechos, -incluido el de equivocarnos- igualdad y una sociedad teñida también de la visión y necesidades de las mujeres
Pero no podemos ni debemos olvidar que somos diversas y que lo conseguido para unas no es todavía real para otras, estando lejos del lema: TODOS LOS DERECHOS PARA TODAS, por lo que sigue siendo imprescindible la solidaridad entre nosotras, y que la igualdad de oportunidades tiña todos los espacios de la vida.
Por eso, como decía al principio, me ha parecido preciosa la idea del sostén rojo, para eso, para sostenernos unas a otras, apoyarnos, traspasarnos experiencia y ánimo y sobre todo para creernos eso de que somos necesarias para la sociedad del futuro, pero no como medias naranjas de nadie. Somos necesarias por nosotras mismas. Toda persona, hombre o mujer debe de poder decidir lo que quiere en la vida al margen de su sexo.

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