Notas para un buen hombre

Me he enterado muy tarde de tu enfermedad. A solo un día de que me comunicaran tu muerte, lo cual me deja un mal sabor de boca por no haber podido despedirme y decirte lo mucho que te apreciaba, aunque ya no estuviéramos militando juntos.

Recuerdo una y otra vez tu cara bondadosa, marcada siempre por tu barba como la del Olentzero. Pero no solo eras bueno. También, muy constante y convencido de que se debe de acabar con la injusticia, la desigualdad y el sufrimiento humano que estas producen. Siempre dispuesto a ser el colchón para los sufrimientos y las necesidades de los demás, por lo tanto, buen cuidador. Con una risa especial, de niño grande que ayudaba a quitar la amargura indebida.

Nada ostentoso de tu saber y sabiduría. Cubriendo siempre las espaldas de otros y otras. Nunca buscaste el reconocimiento público, aunque agradecías como todo ser humano, el social y familiar. Buen compañero de fatigas y de placeres en la militancia y en lo afectivo. Leal con tus amistades. Con un corazón tan grande que te permitía acercarte a personas de diferentes ideologías. Tu elección era siempre en base a que fueran buena gente, con corazón, ética, honesta...

Dedicado en cuerpo y alma a Tudela y a su mejora. Entraste en el Ayto hace años y siempre has estado allí con ese objetivo. Nunca ha sido el lucro personal ni buscar un modus vivendi y eso, ya es todo un mérito en el mundo de la política actual.

En definitiva un buen compañero y eso siempre es de agradecer. Por eso, me acuerdo de tu cara y me saltan las lágrimas. Por ello, me alegro de que no hayas sufrido apenas, aunque sea un dolor grande el que dejas en tus seres queridos.
Agur con el corazón, con el alma y con todo mi cariño para ti José Mari. Bihotz bihotzekin maitia.
Tere. Ex compañera de militancia