Hablar de la salud de las mujeres en Navarra en el 28 de mayo de 2007, después de unas elecciones cuyos resultados demuestran descontentos y hartazgos varios ante una política que entre otras cosas ha desmantelado la calidad en la sanidad pública, significa en primer lugar solicitar la mejora de esta y por supuesto acabar con las listas de espera.
Pero hablar de salud desde una perspectiva de género nos obliga a decir algo más, como es, la m necesidad de dotar de recurso suficientes el Plan de Igualdad para todo Navarra y desarrollar la ley de medidas INTEGRALES para mujeres que sufren malos tratos físicos o psicológicos, en cuanto a la ampliación de personal en el juzgado contra la violencia de género y la creación de centros integrales de atención, para garantizar la primera salud o lo que es lo mismo el derecho a la vida y a una vida digna. Una vez aclarados estos pilares, Nuestra Comunidad necesita otras muchas cuestiones, como:
- Que l derecho de las mujeres navarras a abortar en la sanidad pública y que la RU-486 (píldora abortiva) sea dispensada desde el Servicio Navarra de salud. Es importante recordar, que por encima de los criterios individuales del personal médico, están, los derechos colectivos de la población, en este caso de las mujeres. Estos derechos están conculcados en el conjunto de la geografía Navarra, a pesar de existir una ley Estatal que garantiza este derecho. Esta reliadas esta obligando cada año a cerca de mil navarras a desplazarse fuera de nuestra comunidad para ejercer un derecho reconocido por la ley.
- Que los mal llamados “centros de atención a la mujer”. Garanticen una atención integral a las personas, no solo de las mujeres. Es importante que el tema de la salud sexual, afectiva y reproductiva, sea algo compartido por hombres y mujeres. Por ello, es necesario que los centros sean abiertos en su funcionamiento, sin necesidad de pasar por volantes o listas de espera, con programas dirigidos específicamente a hombres y a otros colectivos como la juventud...En definitiva, que vuelvan a ser aquellos centros en los que muchas personas hemos creído y vivido gustosamente. Unos centros donde reinaba la libertad y el tratamiento de la sexualidad como algo placentero, agradable, necesario y sin discriminaciones. Unos centros donde muchas mujeres han vivido su maternidad acompañadas de su compañero, comprendiendo conjuntamente la idea de la maternidad/ paternidad deseada, compartida y por la tanto, repartida. Unos centros, donde las revisiones ginecológicas, se hacían habitualmente sin tener demoras.
-Garantizar un salario digno, no inferior al SMI, para todas las viudas y pensionistas del SOVI.
- Reconocer los derechos laborales a todas las trabajadoras del hogar, para garantizarles una vida un poco más saludable.
- Atender a las Cuidadoras, haciendo que no recaiga el trabajo de cuidar solo en una parte de la población.
- Que no se nos trate de enfermas, cuando no lo estamos. Es necesario que se haga una revisión de los tratamiento actuales a las mujeres, cuando nos vamos haciendo mayores, ayudando a comprender el placer de madurar, dejando de vernos solo como “menopaúsicas”. Hacer una revisión del tratamiento que se da a las mujeres con el tema del cáncer: No somos menos por tener o no una teta y tampoco por quedarnos calva en un periodo de nuestra vida.
Avanzar en él diagnostico y el tratamiento de la fibromialgia: No somos histéricas, ni necesitamos antidepresivos. Queremos que se acabe con nuestros dolores y se nos tenga en cuenta en la toma de decisiones.
Y por supuesto, Garantizar los derechos sanitarios a todas las mujeres incluidas aquellas que están en nuestro país en situación de ilegalidad y a las trabajadoras del sexo.
Quedaría más por revisar desde el concepto de personas saludables para conseguir una revisión de género, es decir, desprejuiciada, de los conceptos de salud y enfermedad. Lo más importante:
Querer hacer, buscar soluciones, invertir en lo público y no tener una mirada parcial también de la sanidad, una mirada que una vez más no trate con las mismas oportunidades a una parte de la ciudadanía.
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