25/3/10

Tarjeta Roja contra el maltratador. ¡Hay terrorismo machista!

Las grandes olvidadas de los congresos actos importantes contra el terrorismo, siguen siendo entre otras, las víctimas del terrorismo machista.
Ya son dieciocho las mujeres muertas a manos de sus parejas y exparejas en el 2010 (22, si tenemos en cuenta las tres a manos de sus hijos). Y esta cruel cifra, sigue sin impactar. ¿Porqué se siguen negando la evidencia de que las familias de estas mujeres muertas son también víctimas de este tipo de terrorismo?.
¿Acaso la condición de víctimas de terrorismo sólo viene definida por si las personas asesinadas lo han sido por ETA, Grapo, Al Qaeda Gal.., y no por un marido o compañero sentimental?, ¿Están menos muertas las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas que otras víctimas ?, ¿Tenía acaso menos importancia su voz?. Es continua la exclusión y, por tanto su continuo olvido desde la mirada política e institucional, impidiendo con ello la dignidad de las mujeres asesinadas, el rescate de su memoria y el consuelo para las familias.
Pero existir, como las otras víctimas, existen. Y la dignidad de su memoria cuando han muerto, sólo es reivindicada por sus familiares más cercanos y asociaciones que trabajan contra la violencia de género. Socialmente se ha avanzado mucho en la detección de la violencia de género.
También en consideración política, pero se sigue reduciendo a días concretos y protestas por asesinatos de mujeres cuando nos tocan muy cerca de nuestra población. Y además, se reduce al concepto de compañero o ex compañero, dejando fuera a mujeres cono Nagore Laffage, asesinada por decir NO a alguien que se creía con poder para hacer con ella lo que quisiera. Por cierto, ¿por qué no se ha manifestado la judicatura de Navarra, delante de la audiencia, en protesta por este asesinato?
El impacto social que tiene la muerte de una mujer a manos de su asesino, sigue siendo inferior al que tiene la muerte de otra persona a manos de algún grupo terrorista. ¿Acaso la muerte violenta tiene clases y, por ello las personas muertas han de ser tenidas en cuenta de diferente manera, en su consideración de víctimas?
Pero claro, de tales palos, tales astillas. Si miramos a la Conferencia Episcopal en concreto al Obispo de Granada, haciendo declaraciones con las que en realidad justificaba las agresiones a las mujeres que hubieran abortado, pues..
Así pues, sacar tarjeta roja al maltratador, es abandonar la complicidad y dar un paso a favor de la justicia: Quien no juega limpio, quien no cumple las reglas, queda fuera de la sociedad. Y esto también vale para J. Diego Illanes, asesino de Nagore laffage.
Las victimas de la violencia de género, no están al margen. Necesitan ser consideradas y repuesta su memoria. Las familias, al igual que las otras, quieren descansar y dignificarlas. Han sido asesinadas por el terrorismo machista. Y estamos contra todos los terrorismos, ¿No?

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