1/5/10

Regala Igualdad. ¡No regales planchas!

Ante días como el de la madre, no lo dudes y sigue los consejos de la PPINA (Plataforma por permisos iguales e intransferibles por nacimiento y adopción), que nos dice que el mejor regalo para la madre es un Futro igualitario y Responsabilidades equilibradas.

O los de Amnistía Internacional, que nos pide que Con 5€ regalas tu rosa a un grupo de mujeres colombianas que han vivido la peor experiencia que una madre puede soportar: la muerte de su propio hijo. Son las madres de Soacha. Desde el asesinato de sus hijos e hijas, han dedicado su vida a la búsqueda de justicia, para qué que se investiguen las muertes, que se sepa la verdad y que se juzgue a los responsables.

Junto a ellas miles de madres en todo el mundo que no entienden porque los suyos tienen que sufrir en los conflictos políticos y a ellas negarles el derecho a verlos y tenerlos cerca. Esas madres que tan solo con su existencia humanizan los conflictos, desde la vivencia del amor incondicional y el deseo de acabar con el sufrimiento de sus seres queridos.

Madres, que han estado siempre detrás, de colchón emocional y físico no perdiendo nunca la esperanza, como Asun Casasola, madre de Nagore Laffage.


Es importante que se reconozca el papel social de madre en este mundo, en el sentido de cuidadora, como algo vital e importante en nuestras vidas y para el buen funcionamiento de la sociedad. Me refiero a la función de cuidar, que la hacen como nadie, las madres. Y la hacen las madres, no solo por el hecho de que ellas traen las criaturas al mundo.


Lo hacen por que esta sociedad así lo piensa, lo dice y nos lo hace vivir. Nos ha adjudicado este papel, el de cuidar, en exclusividad, como algo natural e innato al hecho de ser mujer, cuando en realidad, es algo que se aprende y construye y que a los hombres apenas se les enseña ni se les pide que lo ejerzan.

Lo interesante sería que el ser madre y padre, fuera compartido por ambos sexos, sin esquemas ni prejuicios. Solo que ambos cuidaran, dispensaran y cubrieran los cariños y necesidades afectivas que toda persona humana necesitamos, desde nuestro nacimiento y durante toda nuestra vida.


Para ello, además de las campañas por la corresponsabilidad es importante y necesario qué se amplíe el permiso de paternidad y se iguale al de maternidad para que los hombres a través de ese contacto se familiaricen y aprendan a normalizar el cuidado, la preocupación por los demás, el amor...

Y por supuesto, que el cuidado, sea tratado con dignidad y justicia, o sea, como trabajo.

Todos y todas debemos ser cuidadores, empezando por nosotras mismas. Es el mejor regalo que podemos hacernos en este día: Cuidarnos. Y de paso aprovechar para decirles a los nuestros: "Regálame Igualdad. Ojala haya un momento que solo me necesitéis para compartir”

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