13/11/06

Carrera hacia la muerte

El 68% de las usuarias de algunas páginas de Internet tienen entre 14 y 17 años. Son adictas a esas páginas en las que se les enseña como no comer, adelgazar rápido, hacer de esto el centro de Su vida y pasar al club de las chicas de pulsera roja con bolitas, si eres anoréxica o morada en caso de ser bulímica.
Son unas niñas-mujer dispuestas a participar en la alocada carrera de la muerte, esa carrera en la que se entra día tras día, sin aceptarse, considerándose imperfectas, viéndose distorsionadas cada vez que ponen sus miradas delante del espejo.
Una carrera que obliga a esconder, tirar y destruir la comida o en su caso vomitarla por todos nuestros poros. Por que la comida es una enemiga de nuestro cuerpo. Ellas son adolescentes.
Las demás, ya entradas en años, no andamos tan lejanas de este mal rollo con la comida y con nuestros cuerpos. Llegada la primavera, casi todas las mujeres comenzamos una carrera alocada contra los kilos, dejando de comer lo que nos gusta, bajando la cantidad, buscando dietas milagrosas y sobre todo rápidas, probando cremas mágicas, masajes, liposucciones..cualquier cosa que nos permita adaptarnos a las exigencias de esta sociedad para con nosotras las mujeres y nuestros cuerpos.
Y en las no tan jóvenes, esto se agrava con el intento de disimular el paso de los años y los cambios físicos que ello conlleva, intentando no tener tripa, vientre plano a toda costa, brazos no tan redondos ni caídos.
Disimulando algo que esta sociedad no perdona, el cambio físico de las personas, ya que los mensajes que nos dicen una y otra vez es el de la eterna juventud, siempre iguales, que no se note el paso de los años. Y eso además de incorrecto, es imposible.
Y la verdad es que en todo esto hay algo que no cuadra. Nosotras empeñadas en estar delgadísimas para gustarles. Ellos según dicen las prefieren un poco rellenitas. Pero esta opinión, no se nota luego en todo aquello que marca el concepto de belleza, las pasarelas, los anuncios y publicidad, tiendas... lugares todos ellos donde de hace un canto a la delgadez absoluta y a una sola y exclusiva idea de belleza.
Es más, cualquiera de nosotras / os cuando nos encontramos con una mujer que hace un tiempo que no hemos visto y ha adelgazado el comentario general es “ Que guapa estás. Que bien te conservas”.
Una ya esta harta de que la traten de meloncitos, naranjitas... como si fuéramos una frutería. Y también de que una vez más paguemos el pato las mujeres, teniendo que estar al servicio de los gustos que marcan los hombres, para gustar, ser deseadas...
Para atajar la anorexia y la bulimia es verdad que hay que tomar medidas de urgencia para salvar la vida y recuperar a cada adolescente en concreto, pero también hay que apostar por medidas a corto, medio y largo plazo.
Hablo de ese trabajo con una misma para aceptarse, quererse por sí misma y no con relación al valor que nos en los demás. Esa educación que nos haga sentir con todo nuestro poder personal, a gusto con una misma y sin depender de las miradas del resto de la sociedad.
Hablo de cuestionar y analizar los conceptos de belleza: Por que solo va a ser bonita un tipo de persona? La belleza es relativa a y los gustos también. Aboguemos por la diversidad en estos temas. Es bueno no olvidar la educación en salud, criterios alimentarios pero siempre con la mirada puesta en la salud, en un cuerpo sano, no en tener un cuerpo danone al que no le entra la grasa por ninguna rendija.
Y sin ocultar que todo esto esta en relación con una sociedad desigualitaria que tradicionalmente ha dado valor a las mujeres por el físico y la reproducción, creando problemas constantes entre nosotras cuando no podemos cumplir los canones de belleza que por cierto, marcan ellos aunque vuelvo a insistir en que no está muy claro quienes son ellos..
Que unos kilitos de mas o menos no amarguen nuestras vidas, que al igual que la arruga, unos kilos queridos son bellos.
Contra la anorexia y la bulimia aplicar solo las medidas coercitivas y prohibitivas, desconceptualizadas de las razones de fondo que la producen, no sirven de mucho, ya que como se ha demostrado se las da la vuelta y se encuentra incluso el gusto y todo.
Que los hombres-chicos no se queden ajenos a esta otra lacra social. Basta ya de que ellos marquen quienes son guapas o no. Que se eduquen en la diversidad y no se crean con poder para decidir sobre nosotras.
Decidamos por nosotras mismas el gustarnos. Nuestros cuerpos son nuestros, cuidémoslos, mimémoslos, querámoslos tal como son y sobre todo démosles placeres. Este seria un buen ejemplo para esas niñas que se niegan a crecer y hacerse mujeres con curvas.

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