Las mujeres rurales han sido históricamente mujeres invisibilizadas a pesar de ser cerca del 30% de la sociedad y ello ha significado qué este colectivo haya estado fuertemente subaprovechado ignorando el gran potencial, cuantitativo y cualitativo, a las nuevas estrategias de desarrollo local: La diversificación económica, el desarrollo de nuevos yacimientos de empleo, la innovación. Y negado en sus propias necesidades.
No se puede hacer un verdadero desarrollo local dejando al margen a la mitad de la población. Mitad que ha aportado la sostenibilidad de la vida y por tanto debe servir para reflexionar en la línea de empoderamiento de las mujeres rurales. Ser propietarias de hecho de sus tierras y ganados. Participar en la programación y desarrollo de las comunidades con recursos que permitan la conciliación y corresponsabilidad entre hombres y mujeres en el cuidado. El mundo rural tampoco esta exento de la violencia de género. Exijamos el desarrollo territorial de las leyes. Que la protección y recursos sean para todas.
Las Mujeres jóvenes rurales, deben de ser escuchadas en esta creación de identidad. Las mujeres inmigrantes también: démosles, Voz propia.
El futuro de Navarra pasa por las mujeres rurales. Empoderémoslas y hagámoslas ciudadanas de plenos derechos.
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